Brasil, por su condición de haber ganado cinco títulos mundiales, siempre aparece como la favorita en todos los partidos que disputa. Pero dejó en casa a sus principales figuras, como Kaká y Luis Fabiano, y los bolivianos aprovecharon su oportunidad de redimirse tras una irregular eliminatoria. Salió Bolivia a la cancha con ganas de agradar y dar una alegría a una hinchada desilusionada tras los últimos resultados, y se adueñó del balón desde el primer minuto. Mientras, Brasil, recién llegada a La Paz, pretendía usar los instantes iniciales para adaptarse.
No pudo el seleccionado de ''Dunga'', ya que a los seis minutos el portero Julio César tuvo que emplearse a fondo para salvar el primer gol, cuando un activo Juan Carlos Arce se quedó solo ante él y, con los pies, mandaba a córner el esférico. Y fruto de ello, el primer aviso del volante Edgar Olivares, que tras el saque de esquina remató fuera ante la mirada de toda la zaga brasileña, que ni se movió. A la segunda, el ''Cucharón'' Olivares no perdonó, y un minuto después remató poderosísimo al fondo de las mallas de Julio César.
Tras el primer gol, Brasil cambió. Presionó el centro del campo boliviano, y la ''verde'' vio como toda la táctica empleada hasta el momento no servía y su defensa, como ocurre habitualmente, se mostraba imprecisa y lenta. Empezaron los visitantes a atacar y poner velocidad en sus jugadas, y el portero Carlos Arias tuvo que dejar de ser un espectador del partido y proteger su arco. Pero ni Diego Souza ni Adriano pudieron empatar momentáneamente el marcador en dos acciones claras de gol.
Hasta que, tras un libre directo impecable, Marcelo Martins colocó en la escuadra derecha de la portería un balón que Julio César se quedó mirando y que acabó de despertar a la afición boliviana. Tras el 2-0, Brasil, herida en su orgullo, volvió a la carga más con ganas que con ideas. Sólo Daniel Alves peleó por todas las zonas de la cancha, omnipresente, y hasta impactó un balón en el poste que Adriano, absolutamente solo, no aprovechó para anotar el primero de Brasil.
El pitido del medio tiempo provocó una reacción que hacía mucho tiempo, desde la victoria ante Argentina el pasado abril, no se veía en el Hernando Siles de La Paz: la selección boliviana salió aplaudida del terreno de juego. Tras el descanso, Bolivia salió más preocupada por conservar su gran resultado, mientras en los brasileños parecía que su mayor temor era no encajar una goleada como la que recibió en su momento Argentina. El peligro boliviano, que como visitante le había empatado a Brasil, continuó con cada saque de esquina, pero precisamente tras un córner y, en un contraataque preciso, el punta Nilmar acortó distancias con un remate de cabeza a centro de Maicon.
A partir de ese momento, el encuentro bajó su nivel, y sólo algunos intentos infructuosos dieron algo de emoción a una hinchada que celebró por todo lo alto la victoria; tal y como hizo en las victorias frente a Argentina y Paraguay. Pese al resultado adverso, Brasil continúa líder con 33 puntos, mientras Bolivia se aseguró la penúltima plaza de la tabla. En la última fecha de las eliminatorias, los brasileños recibirán a Venezuela, mientras que los bolivianos visitarán Lima para enfrentarse a la colista Perú.