Las paradas de Yeray Lamariano y los goles del lateral serbio Rudovic decidieron a favor del equipo gallego el igualado choque entre el Octavio Pilotes y el Granollers.
El partido se le complicó muy rápido al conjunto visitante con las tempraneras dos exclusiones consecutivas de su pivote Iván Raigal, circunstancia que su rival aprovechó para tomar el mando del encuentro con un parcial 3-0 (5-4, min.
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Una renta que el Octavio amplió hasta los tres goles luego de una nueva exclusión en el Granollers, muy castigado en la primera parte por los colegiados en su trabajo defensivo.
Además, el equipo de Lorenzo Rueda estaba atascado en ataque ante el fuerte 6-0 vigués, aunque una serie de paradas del portero sueco Ohlander evitaron que el Octavio se escapara en el marcador (14-11, min. 24).
Entonces el técnico del equipo catalán paró el choque con un tiempo muerto. Acertada decisión ya que su equipo mejoró, porque coincidió con una 'pájara' viguesa en ataque (un gol en los últimos 10 minutos del primer tiempo).
En ese tiempo un parcial 1-5 permitió al Granollers marcharse al descanso con una mínima ventaja en el marcador.
En la segunda parte el choque se volvió loco y el marcador se movió a tirones. El Granollers aprovechó un bajón de su rival y fue el primero en abrir brecha (15-18, min. 32), aunque tres paradas consecutivas de Lamariano volvieron a meter en el partido al Octavio.
A partir de ahí el encuentro se mantuvo igualado y se convirtió en un duelo goleador entre la pareja local Rudovic/Masachs y la visitante Cutura/Svitlicat.
Pero lo que decidió el partido a favor del equipo gallego fueron las espectaculares paradas en los momentos decisivos del portero Lamariano, un muro insuperable para el ataque del Granollers en los últimos 5 minutos.