El Barcelona logró su primera victoria en Liga de Campeones ante el Dinamo de Kiev. Los de Guardiola fueron merecedores de los tres puntos, a pesar de que el Dinamo mostró una buena imagen y no perdió la cara al encuentro hasta recibir el segundo gol en contra. Messi abrió el marcador en la primera mitad con la inestimable ayuda del portero Shovkovskiy y el canterano Pedro cerró la cuenta a pase de Ibrahimovic.
La Liga de Campeones volvió al estadio del actual campeón con la gran noticia del regreso de Andrés Iniesta al once titular de Guardiola. Su total recuperación y la lesión de Henry hicieron posible el retorno del genio manchego al Camp Nou tras más de cuatro meses de ausencia. El Dinamo, que aterrizó en Barcelona como líder del Grupo F, llegó decidido a convertir el partido en un choque físico y a depositar todas sus esperanzas atacantes en el incombustible Shevchenko. El sorprendente empate del Inter ante el Rubin Kazan otorgó aún más valor a los tres puntos en disputa para el conjunto culé, la victoria significaba colocarse líder del grupo tras dos jornadas disputadas. Para ello, el once inicial del equipo español estuvo formado por Valdés, Alves, Puyol, Piqué, Abidal, Xavi, Touré, Keita, Messi, Ibrahimovic e Iniesta.
Salvo una entrada por banda izquierda de Magrao en los primeros minutos de juego, que acabó con un peligroso disparo del jugador visitante, el dominio fue para el Barcelona desde el inicio. El conjunto azulgrana desechó desde el comienzo cualquier opción diferente a la de lanzarse decididamente al ataque en busca de un gol tempranero que encauzara el partido. Messi y Keita fueron los primeros en intentarlo con dos disparos que no encontraron portería. El asedio azulgrana sobre la meta de Shovkovskiy tuvo uno de sus puntos álgidos al borde del cuarto de hora con una ocasión de Iniesta que solucionó la defensa ucraniana con un claro penalti que se tragó el debutante Kuipers. Un desajuste defensivo de los hombres de Guardiola mediada la primera mitad pudo hacer saltar la sorpresa en el marcador, pero el disparo de Yussuf se encontró con el pie de Alves en su camino hacia la red de Valdés.
Tras el susto, el conjunto blaugrana atravesó unos minutos de zozobra que tuvieron su punto y final cuando Messi recogió un espléndido pase de Iniesta y logró el primero del partido con la colaboración del meta Shovkovskiy. El gol fue un jarro de agua fría para el Dinamo, que atravesaba su mejor momento del partido, y una bocanada de oxígeno para el Barcelona en el momento de más apuros. Así, con el marcador a favor del conjunto culé, el choque volvió al guión previsto, según el cual los locales dominaban apoyados en un fuerte ritmo de juego y los visitantes se defendían de las embestidas de su rival como gato panza arriba, eso sí, sin perder la posición sobre el césped en ningún momento. Con Xavi eregido como gobernador absoluto de la medular, con jugadas 'marca de la casa' de Messi y con un Ibrahimovic muy incisivo en ataque se puso fin al primer acto con un resultado justo a tenor de los méritos contraidos por unos y otros.
Tras el descanso, Guardiola retiró del campo por precaución a Iniesta, ausente en el once titular culé desde el pasado mes de mayo, y dio entrada al canterano Pedro. Sin tiempo para acomodarse en los asientos Ibrahimovic gozó de la primera ocasión tras el intermedio. Un buen centro de Alves desde la banda derecha acabó con un remate de cabeza del sueco que atajó Shovkovskiy no sin dificultades. Mientras tanto, el Dinamo conservaba su dibujo sobre el césped sin perderle la cara al partido. Los de Gazzaev se mantenían muy ordenados atrás y denotaban sensación de peligro cada vez que se lanzaban a la contra. A pesar de las buenas intenciones ucranianas, un Barcelona muy coordinado en todas sus líneas controlaba el encuentro y evidenciaba la posibilidad de poder cerrar el partido con un segundo tanto en cualquier momento.
Con el transcurso de los minutos las jugadas de ataque del Barcelona se fueron multiplicando y el Dinamo se vio obligado a cerrarse atrás para evitar la sentencia azulgrana. El equipo ucraniano fue disolviéndose en ataque a la vez que los hombres de Guardiola se hacían fuertes en esa disciplina. Shovkovskiy, que erró en el gol de Messi, acabó convirtiéndose en el salvador de su equipo a base de decisivas intervenciones a disparos de los jugadores locales. Rebasado el ecuador de la segunda mitad, Guardiola volvió a mover ficha desde el banquillo. La entrada de Busquets en sustitución de Touré, cambio de hombre por hombre, no supuso modificación alguna en el dibujo del Barcelona. Gazzaev no se resignaba a su suerte e intentó cambiar la dinámica del encuentro a base de sustituciones. Fue entonces cuando apareció Pedro para sentenciar con el segundo gol del partido ejecutando de forma asombrosamente sencilla una asistencia de Ibrahimovic.
Con el dos a cero en el marcador el Dinamo se dio por vencido y bajó los brazos, a lo que el Barcelona respondió como acostumbra, manteniendo la posesión del balón con la intención de administrar su ventaja por medio de un fútbol control que acabó otorgándole tres puntos que le colocan como líder de su grupo de Liga de Campeones. De este modo, el Barcelona suma su primera victoria en Liga de Campeones tras el empate cosechado en Italia en la primera jornada del torneo. El Dinamo, que no perdió la cara al encuentro hasta el momento en el que recibió el segundo gol, se confirmó como un serio candidato para complicar al Inter su clasificación para octavos de final.