Sitges 2010, ya se podía prever antes del inicio del certamen, apuntaba claramente a la sorpresa, a la revelación de nuevos directores y/o películas, con lo que conlleva ello de riesgo e incertidumbre. Está claro, en Sitges hay muchas películas, posiblemente demasiadas, y las sorpresas pueden ser tanto epifanías deslumbrantes como castañas pilongas; así que estamos muy felices de poder decir que 'Monsters' ha sido una grata sorpresa. Y es que el realizador Gareth Edwards ha sabido congeniar con delicadeza un drama romántico con una horror movie donde la parafernalia fantástica -paisaje apocalíptico, calamares gigantes alienígenas- queda como un telón de fondo donde desarrollar la historia de amor de los personajes. Parábola sobre la inmigración la película triunfa en su sutileza a la hora de congeniar los aspectos terroríficos con la intimista historia principal. Lo dicho, una sorpresa, brindemos por ello.