Debía ser un duelo de artilleros entre dos de los mejores 'nueves' del mundo, el duelo del morbo. Ibrahimovic contra Eto'o, ambos enfrentándose a sus ex compañeros tras protagonizar el trueque del verano.
Sin embargo, Inter y Barcelona empataron 0-0 y a Zlatan y Samuel apenas se les vio, sobre todo a este último, cuya única aparición ofensiva se produjo a poco del final, cuando intentó sorprender a Valdés con una inocente falta lejana.
Ibrahimovic, a quien la afición interista recibió entre silbidos, no hizo mucho más: dos controles de cierta dificultad tras sendos pases magistrales de Xavi que al final no acertó a rematar.
Con todo, el conjunto azulgrana mereció los tres puntos. Pudo golear cuando peor jugó y apenas dispuso de ocasiones cuando tenía al Inter encerrado en su campo en la segunda mitad.
El conjunto transalpino no exhibió esta noche las virtudes que acostumbra a tener el campeón del 'calcio' ni tampoco las que se le presupone a un claro aspirante a ganar la 'Champions'.
Su fútbol áspero y rocoso sólo apareció en la segunda parte. En la primera, el equipo de Jose Mourinho careció de rigor táctico y su fragilidad e indolencia en la fase defensiva le podía haber costado el partido por poco que el Barça hubiese estado algo más acertado.
Esta vez, Iniesta no fue el revulsivo durante el cuarto de hora que jugó. Zlatan y Samuel no marcaron.
El Inter acabó encerrado en su área, pero hoy tampoco era el día del Barça.