La salida de Rafa Márquez del Barcelona es inminente. Según informaciones recogidas en exclusiva por , el defensa mexicano tiene acordado un contrato por cuatro temporadas con el New York Red Bulls para convertirse en el nuevo compañero de Thierry Henry en la MLS de los Estados Unidos.
Según la fuente consultada por , el club estadounidense sólo espera a que se confirme la rescisión del contrato que Rafa tiene vigente con el Barcelona, hasta julio de 2012, para anunciar la fecha de su futura presentación. Ya se sabe, incluso, que el defensa azteca cobrará unos 2,5 millones de euros por cada una de las cuatro campañas en su nuevo equipo. El anuncio del acuerdo con los culés debería hacerse la próxima semana.
¿Y qué es lo que falta para que Márquez ponga punto y final a su exitosa campaña como barcelonista? Por un lado, ambas partes deben resolver los detalles correspondientes a los derechos de imagen del jugador, cuyo acuerdo lo había cerrado con el anterior presidente culé, Joan Laporta.
En cuanto Rafa aterrice en Barcelona y se reúna con la nueva directiva, debería quedar resuelta su rescisión de contrato. Luego, como agente libre, Márquez podrá firmar por su nuevo club. Para los blaugrana, esto podría suponer un importante alivio económico porque dejarían de pagar los próximos dos años los cinco millones de euros de la ficha que tenía el ex Monaco.
En cuanto a lo estrictamente deportivo, la salida de Rafa no hará ninguna gracia a Pep Guardiola, porque el míster siempre ha defendido -públicamente y de puertas para adentro- la clase y la calidad del internacional azteca. El técnico le ha utilizado en varias posiciones y Márquez siempre ha respondido. Además, su experiencia ha sido muy importante para guiar a los más jóvenes en una plantilla que ha tenido que acostumbrarse muy rápidamente al éxito. Este tipo de cosas cuentan, y mucho, para un hombre como Guardiola.
Pero Márquez, además, necesitaba jugar. Y teniendo delante a Carles Puyol y Gerard Piqué, además del recuperado Gaby Milito, el asunto se le había complicado demasiado al mexicano. El puesto de cuarto central, por tanto, quizá acabe ocupándolo alguno de los chavales que vienen empujando desde la cantera, como Bartra, Fontàs o el propio Marc Muniesa.
A la hora de la despedida de Rafa, el hincha del Barça debe saber que se va una parte muy importante de los éxitos del club. Un hombre que -paradójicamente- llegó a esta institución bajo el ala de Sandro Rossel, cuando éste era vicepresidente deportivo de Laporta, en 2003.
Un hombre que ha participado en casi 250 encuentros de Liga, con trece goles anotados. Y que ganó nada menos que cuatro Ligas, dos veces la Champions y una vez el Mundial de Clubes, además de una Copa del Rey, una Supercopa de Europa y tres Supercopas de España. Se le echará mucho de menos.