chema
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 |  Tema: Regreso al futuro  Sáb Oct 10, 2009 1:29 pm | |
|  MADRID.- El Regal Barcelona se gastó en Ricky Rubio 3,7 millones de euros (sin IVA), lo mismo que todos los demás equipos de la ACB, descontado el Real Madrid, que ha invertido en su plantilla casi tanto como su rival en Ricky, un chico aún de 18 años que es la medida de todas las cosas y el origen de cualquier análisis sobre la temporada 2009-2010, que arranca con un cambio de estatutos.
La permanencia de Ricky Rubio en España, pese a ser elegido en el número cinco del último draft de la NBA, supone la consolidación del producto por primera vez en el siglo, que arrancó con la fuga de Pau Gasol (2001) y continuó con las de Jasikevicius (2003), Nocioni (2004), Calderón (2005), Sergio Rodríguez, Herrmann y Garbajosa (2006), Scola y Navarro (2007), Marc Gasol y Rudy Fernández (2008). También es novedad que la ACB no pierda al mejor jugador de la final ni al mejor de la fase regular, o a ambos, como ocurrió en 2007 y 2008, la temporada después de ser coronados.
Navarro y Felipe Reyes, referentes de la campaña anterior, siguen sosteniendo los estandartes de Barça y Madrid, cuya rivalidad reavivada a golpe de millones supone el acontecimiento del curso. Entre ambos han gastado el 70% del total. Ese dispendio, coincidente con el repliegue generalizado en las cuentas del resto de clubes, sitúa la competición en las coordenadas de partida de hace más de dos décadas, como si la ACB, gestora del torneo desde 1984, nunca hubiese existido, como si el baloncesto fuese por principio cosa de los dos grandes clásicos, a semejanza en la extinta Liga Nacional.
También en el baloncesto, España niega la crisis generalizada por el empuje de los poderosos. Igual que sus hermanos mayores en el fútbol, la secciones pobres azulgrana y blanca han destinado a los fichajes cifras de vacas gordas, con la diferencia de que ahora no está detrás Canal Plus pagando 2.500 millones por los derechos de una Liga que vio despeñarse sus registros de audiencia desde el acceso al codificado y que ahora ingresa por televisión un tercio de lo que atraía hace 10 años.
Ese tiempo coincidió con un incremento del número de aspirantes y una ampliación de la clase alta, de donde el Madrid y el Barcelona llegaron a verse desplazados por el Unicaja y el Tau en 2002, una final clandestina. Desde esa fecha, culés y merengues sólo se cruzaron una vez con el título en disputa. La democratizacion de la ACB, entre otros factores, erosionó el interés, lo que permite aventurar que la recuperación prevista del duopolio podría traducirse en un repunte en el atractivo por una batalla que arrancó en julio, con la puja entre los futboleros por Ricky, que se confirmó con lujo en la Supercopa y que comienza a definirse desde este mismo sábado.
El Real Madrid corta la cinta de la ACB en Sevilla, frente a un Cajasol donde manda Joan Plaza, entrenador blanco la pasada temporada. Dos horas después, el Barça visita al compostelano Xacobeo Blu:sens, un duelo sintomático de varios de los males que arrastra la Liga.
El Xacobeo se presenta en la élite dos décadas después de iniciar un proceso judicial donde la ACB no era responsable. No obstante, la Liga ha tenido que transigir con un nuevo miembro tras un alboroto que se suma a los muchos de los últimos tiempos: peligros de huelga de jugadores, de cierre patronal, matrimonios falsos y otras trampas que deterioraron el producto.
Y Xacobeo es una marca pública, el último reducto en una competición donde sólo seis clubes tienen un mecenas estrictamente privado y cinco no tiene. Y Xacobeo es un club con una plantilla que a duras penas cumple los mínimos, un mal tan extendido que evidencia: 1. Sobran clubes. 2. La amenaza de fractura es real.
Diez clubes piensan en no descender mientras sólo cuatro tienen aspiración de título. A la estela del Barça y Madrid, el Caja Laboral (ex Tau) ha confirmado sus buenos manejos en el mercado para reformularse y el Unicaja, sin estrellas, presenta poderes nuevos y notables (Saúl Blanco, Printezis, Taquan Dean, Pooh, Guillem Rubio, Sinanovic y Freeland). De ellos depende que España siga siendo España, y no Grecia, con el Olympiacos y el Panathinaikos como salidas únicas.
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